Cómo cambio mi vida el pensar que el dinero es tiempo

Cómo cambio mi vida el pensar que el dinero es tiempo

Siempre había oído en la televisión que el tiempo es dinero, que hacer esperar a una persona es hacerle perder dinero y ese tipo de cosas.

Bueno, pensaba, no les falta razón, pero una persona no puede trabajar todo el tiempo que está despierto. No todas sus horas de vigilia se pueden traducir directamente en dinero.

Lo que de verdad supuso una revolución para mi fue el día que empecé a pensar al revés, que el dinero es tiempo. No creo que esta revelación me viniera de la noche a la mañana, supongo que fue una idea que se fue generando lentamente en mi cabeza. Lo que sí recuerdo es que, llegue a esta conclusión por mí mismo.

Aunque me guste mi trabajo, yo trabajo fundamentalmente para ganar dinero suficiente para poder vivir. Si en mi trabajo gano 20€ la hora, por poner un ejemplo, y necesito 600€ mensuales para poder vivir, mi umbral mínimo de trabajo es de 30 horas mensuales.

Si yo me compro algo que cuesta 100€, en realidad no me está costando dinero, porque el dinero no lo saco de un pozo ni me lo regala un señor por la calle. Me está costando tiempo. Mi valioso y preciado tiempo.

Para la mayoría de nosotros, dinero del que dispongo es directamente proporcional a las horas que dedico al trabajo. Si algo me cuesta 100€, pienso que me cuesta 5 horas de trabajo. ¿De verdad merece la pena comprarse eso y pasarme 5 horas de mi vida trabajando para pagarlo? Tengo que trabajar casi un día entero para tenerlo.

>Desde luego, pensar así me ha disuadido de hacer muchas compras impulsivas o que realmente no necesitaba.

Esto es especialmente importante cuando considero el contratar un servicio durante varios meses, como las tarifas de teléfono móvil o el alquiler de una plaza de garaje. Por ejemplo, considero que mi conexión a internet sí cuesta las 3 horas de trabajo mensuales que invierto. Sin embargo, tener una plaza de garaje en mi barrio no compensa estas 3 horas mensuales.

En otro artículo hablo del sentido que tiene mejorar la productividad personal, pero al final puede reducirse todo a maximizar la relación que existe entre el tiempo que paso trabajando y el dinero que obtengo al hacerlo. La mejora de la productividad nos permite o bien trabajar menos horas o bien ganar más dinero con las horas que trabajamos

Por ello, ser consciente de esta relación y saber cuantas horas de mi trabajo cuestan las cosas hacen que me plantee que si de verdad quiero alcanzar mis objetivos vitales, es igual de importante cuidar de mis técnicas de productividad personal como tener cuidado con lo que compro y por qué lo compro. Esto está relacionado con el concepto de contraproductividad de Ivan Illich del que os hablaré en otro artículo.

El fuerte impacto en mi vida que ha tenido este concepto ha hecho que en los últimos años haya podido vivir más tranquilo y desahogado simplemente no comprando cosas que en realidad no necesito y tener que trabajar más horas para pagarlas.

Evidentemente me doy caprichos, soy una persona con muchas aficiones. La ventaja de esta forma de pensar es que siempre tengo la sensación de hacerlo de un modo justo. En mi caso, comprar un videojuego que me proporcionará unas 30 horas de ocio si compensa 3 horas de trabajo.

Quizás llegue un punto en el que solo necesite 100€ al mes para vivir y con trabajar 5 horas al mes pueda subsistir. O mejor aún, que pueda vivir de mis ingresos pasivos. Ya os contaré que tal me va cuando lo consiga ;)

 

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Ya hay 3 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Adrian Marin says:

    Que curiosidad que me identifique tanto con lo que aquí cuentas.
    Yo hace ya tiempo que tuve la misma «revelación» y es la lógica que sigo a la hora de argumentar a favor o en contra de muchas compras «importantes». El saber cuantos días de trabajo me cuesta, traduciendo los costes a tiempo.

  • Joaquín Bresan says:

    Buen post amigo. Gracias por compartir.

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