Planificación y contexto

Planificación y contexto

Ni que decir tiene que soy un absoluto fan de la planificación. Prácticamente lo planifico todo. Intento tener previsto que en mi planificación existen imprevistos e intento estar preparado para cualquier contingencia.

El problema es que la planificación no es una técnica aislada del resto del mundo. La planificación depende en gran medida del contexto en el que se aplica. En realidad, podemos definir la planificación como la previsión y gestión de los sucesos que van a ocurrir en el futuro si se dan las condiciones previstas. Si las condiciones que habíamos supuesto cambian, la planificación debe cambiar también.

Para la planificación, el contexto lo es todo y los contextos pueden variar a lo largo del tiempo. Además, es más probable que el contexto cambie cuanto más a largo plazo planifiquemos.

Es entonces cuando debemos subir nuestra forma de planificar un escalón y aplicar la visión global para la previsión de contextos y la creación de escenarios. Suponer cómo puede cambiar el contexto en el futuro requiere experiencia y cierta capacidad de anticipación que solo se desarrolla con la reflexión.

Suponiendo como va a cambiar el contexto, podemos ser capaces de establecer planificaciones diferentes para cada una de las situaciones que puedan darse: si la situación continúa como está, podemos aplicar la planificación A. Pero si ocurre esto, podemos aplicar la planificación B.

Hacer esto no es nada fácil y puede resultar algo frustrante porque la mayoría de planificaciones que realices por contexto no se van a aplicar nunca. Todo depende del riesgo que suponga que una planificación falle dentro de un proyecto. No es demasiado grave que una fecha de entrega de un libro se retrase una semana, pero es muy grave que un avión no planifique la contingencia de que se le pare un motor en pleno vuelo.

Considero que este es uno de los grandes errores de los project managers con los que suelo trabajar. Tienden a establecer fechas de entrega optimistas suponiendo que todo va a seguir como está hasta ahora. Yo tiendo a dar fechas optimistas siempre, pero aplicando una fuerte dosis de realismo. Es imposible que en un proyecto que dura un año el contexto no cambie de una forma u otra. Lo correcto es tener planificaciones alternativas para aplicar según los cambios de contexto que puedan surgir.

Cerrar los ojos a lo que tenemos alrededor y confiar en la suerte solo nos puede conducir al fracaso. las claves para una buena planificación basada en diferentes contextos son la observación, la visión y el realismo.

 

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Ivan Entusiasmado says:

    Sería algo parecido a lo que los americanos llaman «scenarios». Estoy de acuerdo en que toda planficación ha de considerar cuáles se pueden producir. Recientemente leía que el Murphy del que se derivó la ley, la interpretaba de otra manera, fundamentalmente en el sentido de examinar todos los posibles escenarios en que algo podría ir mal. Especialmente el «escenario del peor caso posible». A mayor riesgo del posible escenario, más necesidad de planificación.
    Un saludo.

    • Daniel Grifol says:

      Eso es Iván. Alguien que planifica bien siempre debe ponerse en considerar que el peor escenario es posible (quizás hasta probable) y tenerlo muy presente en sus previsiónes.

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