¿Por qué mi jefe es un incompetente?: Principio de Peter

¿Por qué mi jefe es un incompetente?: Principio de Peter

Uno de los mayores daños causados por las estructuras jerárquicas que han regido nuestro mundo a lo largo de los siglos y que han empapado completamente el mundo laboral es la creencia de que, cuanta más alto subamos en el escalafón de nuestra empresa y más responsabilidades de dirección atesoremos, más estaremos triunfando en nuestra carrera.

Este es un pensamiento que se está disolviendo forzado por las estructuras horizontales y la necesidad de perfiles multidisciplinares en los trabajos actuales, pero que todavía pervive en muchas empresas.

En buena parte de las ocasiones, pierdes a tu mejor recurso en el equipo para conseguir un mando intermedio mediocre. Una de las mayores verdades que se han dicho jamás es el Principio de Peter.

En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta un nivel en el que es incompetente.

Y es que en muchas ocasiones se crea una paradoja ridícula. El empleado que resulta ser mejor en un puesto de entre varios compañeros es ascendido a un puesto superior. Por un lado, se pierde a la persona que mejor hacía un trabajo dentro del equipo. Por otra parte, cambian las atribuciones del empleado que ha sido ascendido y este adquiere una serie de deberes y obligaciones que pueden fácilmente requerir de habilidades diferentes a las que le hicieron destacar. Le apartan de un trabajo en el que es el mejor y le asignan otro en el que puede ser un desastre.

Lo más razonable es promocionar (o mejor dicho, reubicar) a empleados que han destacado por sus habilidades relacionadas con puestos de dirección: empatía, inteligencia emocional, capacidad de anticipación, visión global, capacidad de gestión…

Se debe entender esta reubicación no como un ascenso, sino como un mejor aprovechamiento de las habilidades de cada uno. Estar en un puesto de dirección no tiene que significar necesariamente cobrar más dinero, quiere decir que la naturaleza de tu trabajo es dirigir, pero igual de valioso es un compañero cuya labor principal es producir, gestionar o realizar labores de apoyo.

Esto es algo que debe reflejarse en los salarios según mi punto de vista. La gente debe cobrar por el esfuerzo que realizan y lo valiosos que son en realidad para la empresa, no por tener más o menos tareas de dirección en su agenda diaria.

Esto es algo que se lleva a cabo en cada vez más empresas, y que podemos encontrar fácilmente en el mundo del deporte. ¿Debe cobrar más dinero en un equipo de fútbol? ¿Tiene que cobrar más el delantero que el entrenador? ¿Debería cobrar más dinero el centrocampista o el defensa? Normalmente cobra más el que es mejor en su puesto. Si uno es el mejor metiendo goles, debería cobrar más que uno que es simplemente bueno defendiendo. Si uno es el mejor portero del mundo, debería cobrar más que el centrocampista. Evidentemente intervienen otros factores (disponibilidad de profesionales, arraigo en el club), pero a grandes rasgos es lo que solemos encontrar.

Por poner un ejemplo personal. En varios puestos en los que he estado dirigiendo equipos de programadores, he contado con muchos compañeros que cobraban más programando que yo dirigiendo, porque eran profesionales con más experiencia y que sabían más que yo comparando nuestros respectivos puestos. Yo dirigía al equipo, es cierto, pero era a consecuencia de las habilidades que he desarrollado a lo largo de mi carrera, no por ser mejor que ellos en su trabajo. Yo era el volante, pero nuestra máquina para funcionar necesitaba de motores, ruedas, frenos, un cuentakilómetros y hasta un GPS.

Debo reconocer que no siempre salió bien mi intento de implantar esta cultura, en parte porque la gente está acostumbrada y tiende a sentirse más cómoda con un escalafón claro y rígido, aunque sea injusto. Y en parte, por mi falta de pericia a la hora de transmitirlo. De todo se aprende.

Si tenéis la oportunidad, cuando penséis en cubrir un puesto de dirección, no os dejéis llevar por las convenciones sociales. Reconoced el buen trabajo hecho por la gente que se lo merezca de la forma apropiada y asignad la tarea a alguien con las habilidades necesarias para ser eficiente en el puesto.

¿No paras en todo el día y aún así no llegas a todo?

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Luix says:

    Te doy la completa razón cuando dices que los puestos directivos no necesariamente deben ser los mejores remunerados. Si rompemos ese paradigma imperante en nuestras organizaciones actuales, tendremos empresas más competitivas,

    Aparte de empresas competitivas, las mismas instituciones públicas del gobierno fomentan (erróneamente) a que los funcionarios pretendan ocupar cargos de gerencia en vez de especializarse (y ser mejor remunerados) en tareas operativas pero de vital importancia,

    Saludos

    • Daniel Grifol says:

      Muchas gracias por tu comentario Luix. Confío en que llegará el momento en el que directivo no significará necesariamente jefe.

      Creo que las administraciones publicas son harina de otro costal. No valoran lo que es capaz de producir la gente ni miden la contrapartida económica de su trabajo, miran en cambio su puesto en el escalafón y el presupuesto destinado para prestar el servicio. Así es imposible determinar el valor de un individuo.

      Las administraciones públicas tendrán que cambiar o su futuro es ser un pozo de dinero o ser privatizadas y pasar a manos de alguien que quiera lucrarse con ellas.

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