Principio de Pareto: no te pierdas en los detalles

Principio de Pareto: no te pierdas en los detalles

El Principio de Pareto, también llamado principio del 80-20, es uno de los paradigmas de la productividad en la actualidad. Yo lo descubrí de la mano de uno de mis profesores de ingeniería del software y me alegra comprobar que muchos gurús y entendidos del mundo del desarrollo y la productividad personal lo utilizan como base para enunciar algunas de sus buenas prácticas.

El Principio de Pareto viene a decir que normalmente aplicamos el 20% de nuestro esfuerzo en completar el 80% de una tarea y el 80% del esfuerzo restante en completar el 20% de la tarea. Detrás de esta formulación y estos porcentajes se esconde la afirmación de que normalmente perdemos el tiempo en detalles sin importancia. Si reflexionáis sobre ello veréis que es absolutamente cierto.

Hay numerosos ejemplos de este principio aplicados a diferentes campos: un escritor tardar mucho más en corregir una novela que en escribir el primer manuscrito, un repostero tarda mucho más en decorar una tarta que en cocinarla o, en mi campo, se suele tardar más en los pequeños ajustes y bugs generados de un desarrollo web que en implementar la web entera.

Teniendo en cuenta esta máxima y los principios de la filosofía Lean, surge una forma de trabajo que muchos hemos adoptado: si sabes que el 20% de tu esfuerzo va a producir el 80% de los resultados, procura centrar todas tus energías  en cosas que sepas que van generar una gran producción. Si el 20% del trabajo restante no es imprescindible, simplemente olvidalo y si no, dejalo para un momento en la que puedas dedicarle tiempo. Es decir, mejoras tu productividad evitando hacer cosas inútiles.

Un ejemplo que me encanta es el de pintar una habitación de azul. Puedes pintar las partes que se ven y tardar un par de horas o puedes quitar todas las cosas de las estanterías, mover todos los muebles, pintar las paredes enteras, volver a meter los muebles y poner de nuevo las cosas en su sitio y tardar 10 horas. El resultado al final es prácticamente el mismo: la habitación estará pintada de azul.

El mero conocimiento de la existencia del Principio de Pareto ha supuesto un punto de inflexión en la vida de muchas personas. Os invito a que reflexionéis sobre qué cosas de vuestro día a día os suponen un esfuerzo innecesario y os olvidéis de ellas.

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • AlbertoB says:

    Muy buen artículo y muy bien ilustrado. Yo solo conocía el principio de pareto aplicado a los negocios, pero no había pensado en su aplicación en otros ámbitos, donde puede ser tan importante o más. Al final se trata de encontrar esas cosas que nos satisfacen más o aportan más, y dejar aquel 80% que no aporta para el final.

    • Daniel Grifol says:

      Muchas gracias Alberto. Esa es exactamente mi visión, me alegro mucho de que la compartas.

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