Sigo dándole vueltas a qué debo hacer con las habilidades de productividad personal que estoy desarrollando a base de esfuerzo y constancia.
He podido observar que hay mucha gente que ha conseguido un objetivo que parece el Santo Grial de todos los que estamos obligados a trabajar: tener más tiempo libre. Han desarrollado un sistema o una serie de habilidades que les permiten ganar el dinero que necesitan para vivir aplicando muy poco esfuerzo. Algunos han desarrollado un proyecto que ha tenido mucho éxito, otros han desarrollado muchos proyectos de menos éxito pero que combinados les suponen una fuente de ingresos suficiente. Algunos simplemente son tan buenos y tan productivos que solo necesitan trabajar un puñado de horas al més para ganar una cantidad de dinero considerable.
En realidad, este objetivo de tener todo el tiempo del mundo para hacer lo que te dé la gana no es tan bonito cómo lo pintan, o por lo menos eso me han dicho. Mucha gente que ha conseguido tener mucho tiempo libre a una edad razonable son personas inquietas, que les gusta aprender y a los que les cuesta estar parados. Ninguno de ellos está sentado en una hamaca todo el dia viendo como pasan las nubes. La mayoría se lanzan a nuevos proyectos.
Pero si hay algunos que han desarrollado un estilo de vida interesante.
Dedicar más tiempo a tu familia o seres queridos: hay personas que han sido capaces de crear un sistema que hacen que tengan tiempo para estar en casa cuidando de los suyos. He visto casos en los que una persona que genera ingresos con poco esfuerzo puede estar tiempo con sus hijos, cuidando de familiares dependientes o compartiendo cosas con su pareja. Es un objetivo interesante y debería formar parte importante de la escala de valores de cualquier persona, pero no creo que deba ser el único objetivo.
Dedicar más tiempo a uno mismo: otras personas dedican ese tiempo extra que han conseguido a cumplir sueños personales. Algunos dedican tiempo a aficiones que requieren bastante tiempo como hacer surf o escribir libros de ficción. Otros se dedican a viajar. Otros, los menos, dejan que les lleven el viento y hacen lo que les apetece en cada momento. Es un objetivo genial, pero creo que a la larga me aburriría. Si que me tomaría un par de años sabáticos, pero la cabeza se me llenaría de ideas y tendría que hacer algo para remediarlo.
Afrontar proyectos personales: no tienen por que ser proyectos con ánimo de lucro. Tengamos en cuenta que estamos suponiendo que los ingresos ya te llegan por otras vías. He conocido a gente que se ofrecen voluntarios para ayudar a los demás y participan activamente en ONGs. He conocido a otros que se lanzan a desarrollar proyectos con escasas posibilidades de ser rentables pero que pueden resultar muy gratificantes. He conocido a otros que lo que más les gusta es crear empresas, hacer que funcionen y desprenderse de ellas. Este modelo me resulta interesante, pero creo que es difícil de conciliar con los dos anteriores.
Para mí el modelo de vida perfecto sería tener dinero de sobra para vivir y tiempo para dedicarselo a mi familia, a mí mismo y a mis proyectos personales. Pero estoy muy muy lejos de conseguir algo así y tengo que priorizar. Priorizar significa empezar por algún sitio, y aún no se muy bien cuál debe ser mi objetivo número uno.
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