En las últimas semanas hemos hablado del nuevo perfil laboral que se está imponiendo en la era digital, denominado trabajadores del conocimiento, y hemos explicado la importancia de mantener a este tipo de trabajadores motivados y comprometidos. ¿Cómo conseguirlo?
Aprendizaje continuo
Para un trabajador del conocimiento, saber es la base de su trabajo, por lo que cuanto más sepan mejores profesionales serán. El núcleo de su trabajo es la formación y se deben crear las circunstancias apropiadas para ayudarles en este propósito.
Objetivos y dirección claros
Cuando estás sumido en un mundo tan etéreo como el del conocimiento y la inspiración, necesitas un ancla con el mundo real que sea capaz de cristalizar lo que hay en tu mente hacia algo útil. Crear objetivos claros y establecer una dirección sólida hace que un trabajador del conocimiento esté más centrado en la consecución del objetivo que se le ha encomendado en vez de estar pensando en qué debería hacer.
Horarios flexibles
Para un trabajador del conocimiento, la capacidad de concentración y la capacidad de inspiración son dos factores fundamentales. Un bloqueo mental puede arruinarte el día. Además, no es realmente necesario que cumplan horarios estrictos de 9 a 6. Es mejor dejar que aproveche un día de epifanía productiva y estar trabajando 14 horas porque le apetece hacerlo y dejar que otro día trabaje 4 o 5 horas porque no tiene la mente donde debe estar. Yo sí opino que en un cómputo de horas global (mensualmente por ejemplo), debería trabajarse la media de horas semanales que se ha pactado, pero se debería dejar que cada uno reparta estas horas como le dicte su criterio.
Poder de decisión
Para alguien que se pasa el día aprendiendo, pensando y utilizando el poder de su imaginación para producir algo, resulta muy frustrante no tener ningún poder de decisión sobre tu trabajo. A un trabajador del conocimiento se le debería consultar sobre su opinión en los aspectos relacionados con los objetivos que se establezcan en su trabajo, y debería tener la capacidad de opinar, incluso influir en las decisiones globales. A fín de cuentas, se supone que él es la persona más cualificada para tomar decisiones en su área de trabajo y lo sabe.
Victorias y logros
El fín último de alguien que ha decidido vivir del conocimiento no suele ser el dinero sino tener la sensación de hacer un buen trabajo. Es importante valorar su trabajo si lo hacen bien. Hay que celebrar la consecución de objetivos y felicitar al equipo por un trabajo bien hecho o . Asimismo, hay que indicarles que no lo han hecho bien si han cometido un error, preferiblemente de una forma positiva y proactiva para transmitir la sensación de que así crecen como profesionales, no de que están siendo penalizados.
Con la motivación apropiada, un trabajador del conocimiento será un arma poderosa para cualquier empresa. Sin motivación, se convertirá en un fantasma que se sienta en un escritorio a ver pasar las horas hasta que pueda irse a su casa para seguir trabajando allí en sus propios proyectos del modo que realmente le gusta hacerlo.
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