No es extraño hablar con gente en que no es feliz en su trabajo. Y tampoco es extraño que la culpa sea de otros. Mi empresa no funciona bien, mi jefe es un patán, no gano lo suficiente… Pocas veces la culpa es de nuestro interlocutor.
Bueno, es cierto que puede que nuestra empresa puede que no sea la mejor ni nuestro jefe perfecto, pero siempre nos vamos a encontrar con estas circunstancias. Pero la realidad es que los trabajos que tenemos en el mundo occidental siempre son aceptablemente buenos y deberían permitirnos llevar una vida feliz en mayor o menor medida.
Sin embargo, hay algunos principios de los que somos absolutamente responsables y que debemos cumplir si queremos ser felices en nuestro puesto de trabajo, independientemente de factores ajenos a nosotros.
El primero de todas es las ganas de ser feliz en nuestro trabajo. Suena un poco absurdo, pero a medida que me hago mayor se hace más claro para mí el efecto de la Profecía Autocumplida. Si nosotros nos esforzamos por ser positivos y ser felices en el trabajo, probablemente lo seremos ocurra lo que ocurra. Si no eres feliz en el trabajo lo primero que deberías hacer es dejar de repertirte que no eres feliz y adoptar una actitud más positiva.
El segundo principio es la implicación. Si no te gusta algo de tu trabajo lucha por cambiarlo en la medida de tus posibilidades. Siempre hay algo que podemos hacer por que funcionen mejor las cosas, no hace falta ser directores generales para poder cambiar las cosas. Esto requiere esfuerzo e implicación, pero a la vez puede resultar muy satisfactorio y, en algunos casos, puede ayudar a impulsar nuestra carrera profesional.
El tercero es pensar qué cosas nos hacen infelices que no estén relacionadas directamente con el trabajo. Puede que nuestra insatisfacción laboral sea el reflejo de algo más grande. Somos seres humanos y es absurdo pensar que nuestra vida laboral y profesional están totalmente separadas. Quizás deberías intentar que las cosas fuera del trabajo sean más propicias antes de plantearte tu propia felicidad en el trabajo y no al revés.
El cuarto es intentar complementar nuestra satisfacción laboral con satisfacción no laboral. En ocasiones confundimos una insatisfacción vital con infelicidad en el trabajo. Si no te sientes realizado como individio ¿cómo te vas a sentir realizado en el trabajo? Intenta hacer actividades fuera de tu trabajo que te llenen como persona.
Todos los trabajos tienen aspectos positivos y negativos. Lo que está claro es que, si no te da la gana reflexionar sobre ello y tener ganas de ser feliz trabajando, nunca lo serás.
Es cierto que en parte ser feliz en el trabajo depende de nosotros, pero por mucho que seamos personas positivas y nos encanten las funciones que desarrollamos, si nos pagan mal, nos someten a unos horarios larguísimos y a un estrés tremendo nos acaban matando la ilusión. Es fácil (especialmente por los empresarios) y está bastante manido ya decir que si no eres feliz en el trabajo es porque no eres una persona positiva.
Gracias por el comentario.
A mi me ocurre siempre que hay momentos en los que el trabajo me resulta muy insatisfactorio. Me pasaba cuando trabajaba 14 horas al día 6 días a la semana a 70 km de mi casa y me ocurre ahora que tengo un trabajo mucho mejor. Y si ganara 5 millones de euros y fuera futbolista me pasaría también.
¿Es más feliz Cristiano Ronaldo que el 99,9% de la población mundial que tenemos trabajos peores? No lo creo.
¿Soy yo más feliz que todas las personas que tienen un trabajo claramente peor que el mío? Tampoco lo creo.
Por supuesto, debemos pelear por situaciones justas, pero no es el horario ni el sueldo per se lo que nos hace ser felices, es la percepción que tenemos de ellos. Hay gente que no descansa nunca y es feliz, hay gente que cobra mucho dinero y considera que es injusto que no le den una subida de sueldo.
Es largo de explicar y me has dado la idea para un nuevo artículo ;) La felicidad es no es objetiva.
Es curioso, pero la felicidad y la satisfacción personal responden más a factores endógenos que exógenos, por regla general. Es más fácil decir esto que vivirlo, por supuesto, pero es la cruda realidad. Si no somos felices es , sobre todo, culpa nuestra.
Saber esto está haciendo que cambie mi forma de ver el mundo y que en vez de mirar hacia fuera a ver que está pasando mire cada vez más hacia dentro a ver que me está pasando a mí.
Hola Daniel!
Felicidades por el artículo. Estoy bastante de acuerdo, aunque con algún matiz:
Estoy de acuerdo que existe una tendencia muy extendida a quejarse por el trabajo y los aspectos relacionados con este: jefe, condiciones, etc.. y que eso refleja poca o ninguna introspección y autocrítica.
También estoy de acuerdo de que eres responsable de tu vida y ser feliz en gran medida depende de ti.
Viktor Frankl nos dio una lección de lo que significa la actitud ante las cosas en las condiciones más desagradables que se puede encontrar un ser humano, y creo que en gran parte ahí está la clave.
Si conoces bien tus motivos, tus valores y tus razones para estar haciendo lo que haces y moldeas tu actitud para intentar hacer de ello una experiencia lo más satisfactoria posible, probablemente encontrarás una mayor plenitud personal. El problema es que raras veces se hace y se cultiva ese trabajo de introspección.
Sin embargo, a pesar de toda la buena actitud que le pongas a las cosas, no siempre las condiciones que rodean son las adecuadas para ser feliz. Creo que Viktor Frankl estaría de acuerdo con esto (su actitud le valió para sobrevivir no para ser feliz)
Si las condiciones que nos rodean no nos gustan debemos intentar cambiarlas, si es que se puede. Hay personas que durante sus vidas no se han formado lo suficiente, que se han conformado con ser un recurso y que además su situación económica está en números rojos, lo cual les hace bastante complicado el cambio, y por tanto, como a Frankl, poco les queda más que cambiar de actitud e intentar ver las cosas de un modo más positivo (y agradecido).
Pero aquellas que sí se pueden permitir un cambio y no lo hacen están dejando de ser responsables con ellos mismos. Es mucho más cómodo quejarse de trabajar 12 horas al día que tomar la decisión de dejar ese trabajo para buscar un modo de vida más alineado con los valores o con el estilo de vida que deseas (a mi me costó más de dos años).
En cualquier caso, coincido en que todos los trabajos tienen aspectos positivos y negativos. Si no estamos conformes, siempre podemos intentar cambiar, eso sí manteniendo la mejor actitud hasta que el cambio se produzca.
Gracias por esta interesante reflexión.
Un fuerte abrazo,
Álvaro
Gracias por tu comentario Álvaro.
Es cierto que nuestro poder de cambio no es infinito. Hay cosas que podremos cambiar y cosas con las que tendremos que «conformarnos». Y pongo conformarnos entre comillas porque lo positivo o negativo al final muchas veces responde a nuestro punto de vista. Muchas veces lo importante no es cambiar lo que no nos gusta, sino cambiar la forma en la que vemos las cosas que no nos gustan para hacer que nos resulten más agradables.
Conseguirlo es muy difícil y requiere de mucho trabajo personal y un conocimiento profundo de uno mismo, pero creo que es posible conseguirlo. Creo que muy pocas de las personas que nos rodean tienen motivos objetivos para no ser felices, lo que no significa que tenga derecho a no serlo. Aquí está el truco, el cambio muchas veces no tiene que operarse fuera sino e nosotros mismos.
Ejemplo sencillo: antes tardaba una hora en ir de casa al trabajo y era una auténtica tortura. estuve a punto de dejar el trabajo y todo por los largos trayectos. Hasta que cambie mi forma de verlo. Lo convertí en un momento para estar conmigo mismo en el que escuchaba podcast y me relajaba conduciendo. Aprovechaba y llegaba a mi destino descansado y con las pilas cargadas.
Puedo poner más ejemplos de personas a las que todo les va bien y se sienten deprimidos que de personas que tienen alguna desgracia personal y sin embargo son muy positivos.
Muchas gracias por leerme Álvaro.
Un abrazo!