Lo primero, de todo, me siento muy feliz de saber que mis artículos os están resultado útiles :) Varios lectores me han escrito en los últimos meses porque habían encontrado un nuevo trabajo y se sentían nerviosos y preocupados. Un nuevo trabajo es siempre un reto, y querían saber si podía darles algunos consejos para afrontarlo con las mejores garantías.
Yo me he cambiado varias veces de trabajo y he estado en empresas con mucha mucha rotación de personal. Como soy un tio observador, me he ido quedando con lo mejor y lo peor que veía para poder ir depurando mi técnica. Estos son los mejores consejos que puedo darte para tu primer día de trabajo:
Viste adecuadamente
Es raro que lo diga yo, que voy en pantalones cortos y camiseta friki a trabajar. Pero vestir adecuadamente es una muestra de respeto hacia los demás. Antes de poder ir a trabajar vestido como te de la gana, tantea el terreno y viste a corde con lo esperado en una persona estandar en tu puesto de trabajo. Normalmente esto significa ir de traje o similar (formal) o ir con pantalones/falda y camisa (sport). Ya tendrás tiempo para llevar tu propio estilo, de momento debes intentar ser neutro y que tu forma de vestir no genere prejuicios.
Observa antes de actuar
Una empresa nueva conlleva una cultura nueva. No sabes cuales son las costumbres de esta nueva casa y tendrás que adaptarte a estas costumbres para poder encajar bien. Cosas tan tontas como salir 2 minutos a tomarte un café o responder a una llamada de teléfono pueden resultar muy ofensivas en una empresa donde nadie tiene costumbre de hacerlo.
Escucha mucho
Ya te han contratado. No tienes que venderte. Quizás quieras demostrar muchas cosas, pero ya llegará el momento adecuado. De momento, lo mejor es que seas prudente y aprendas. Debes aprender todo lo posible sobre el funcionamiento de tu empresa, la forma en la que se comunica la gente, tus compañeros. Todos esos datos te serán muy valiosos en los días venideros. Seguro que tus ideas y opiniones serán muy valiosas en el futuro, pero no entres como un elefante en una cacharrería.
Piensa antes de hablar
Todavía no sabes nada de nadie, así que debes andar con cuidado, sobre todo a la hora de expresar tus propias opiniones. Por supuesto, tus opiniones son tuyas y no debes cambiarlas, pero hasta que sepas cómo puedes expresarlas de forma que no ofendas a nadie, lo mejor es permanecer callado. Por supuesto, temas religiosos, políticos o de orientación sexual están vetados los primeros días, pero también deberías cuidarte de opinar sobre el funcionamiento de la empresa o las personas que te rodean.
Si no vas a decir algo positivo, no digas nada
En general, mi consejo suele ser que no digas nada que no sea positivo y, si tienes que hacerlo, que sea de forma constructiva. Pero de momento lo mejor es que solo digas cosas buenas. Que oficina tan bonita. Me has caído muy simpático. Hoy me lo he pasado muy bien y he aprendido mucho. Me habéis acogido con mucho cariño… este tipo de cosas. Que no todo es color de rosa, claro, pero decir el primer día que tal persona te ha parecido un idiota o que el trabajo podría hacerse de otra forma mejor no te va a llevar a nada bueno en este momento, ni siquiera aunque lo hagas con la mejor intención. Ya tendrás tiempo de hacer críticas constructivas.
Hazlo todo con mucho entusiasmo
No hay nada más desagradable que empieza ya el primer día alicaído, negativo o cansado. El primer día de trabajo la gente tiene que estar ilusionada. Siempre es un cambio a mejor, una nueva experiencia, algo por lo que deberías estar contento. Si no quisieras trabajar en ese sitio, aunque lo necesites, mejor que no hubieras aceptado el puesto. La motivación es la gasolina que la que debe arrancar todo.
Apúntate a un bombardeo
SI te proponen tomar una caña, salir a comer, desayunar, quedar a jugar al futbol por la tarde… Apúntate. Aprovecha todas las oportunidades que puedas para crear lazos con tus compañeros. Si no te lo ofrecen pero ves prudente preguntar si puedes unirte a ellos, no lo dudes. Las relaciones entre las personas son el pegamento que mantiene unido a los equipos.
Lleva un pequeño regalo
Si es posible, lleva unos bombones, unas magdalenas o unas galletitas. Si las has hecho tu, mejor que mejor. Si puedes ofrecerlas tu personalmente, también mejor. Es una forma excelente de presentarte a tus nuevos compañeros. Tienes la excusa, entras con buen pié y, aunque no recuerden tu nombre, quizás si se acuerden de esa persona tan simpática que se presentó ayer y les ofreció un delicioso bizcocho casero. Puedo aseguraros que el éxito de este truco es del 100%.
Estas son algunas recomendaciones sencillas y de sentido común, pero seguro que se te ocurren muchas más. Si es así, ¡sería genial que lo compartieras con nosotros para ayudar a otras personas a tener éxito en su primer día de trabajo!
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