Hablábamos hace unos días de los factores de higiene que influyen en la insatisfacción de un empleado según la teoría de la motivación de Herzberg. Tan solo recordar que hay factores como las instalaciones de la empresa, el salario, el status, etc, que son imprescindibles para que alguien se sienta satisfecho en su trabajo y que un incumplimiento de estos factores es catastrófico para la motivación.
Lo que no habíamos comentado es que los factores de higiene se deterioran. Es el conocido como efecto «¿Qué has hecho por mí últimamente?«.
No es suficiente con subirle el sueldo a alguien para que esté satisfecho con el dinero que gana el resto de sus días. Lo más probable es que haya que revisar su salario cada año. Máxime teniendo en cuenta que la motivación de una subida de sueldo solo dura unas semanas. Si, es cierto que me subirte el sueldo hace unos meses pero «¿que has hecho por mí últimamente?»
Seguro que es estupendo poner una nevera en una oficina que no tenía. Peor una vez consolidada esta mejora, probablemente los trabajadores echen en falta un microondas, una cafetera o cualquier otro tipo de mejora. Vale, me compraste la nevera que pedí el año pasado pero «¿que has hecho por mí últimamente?»
Una persona que ha sido ascendida debido a su buen desempeño profesional espera recibir un nuevo ascenso si sigue cumpliendo su misión de forma diligente, siempre que sea posible. Si su status mejoró una vez, no debería haber razón para que no mejorara de nuevo. En el caso de que no ocurra, este hecho llevará a esta persona a la apatía. Es cierto que me ascendiste hace unos años porque me lo merecía pero «¿que has hecho por mí últimamente?»
Ya veis más o menos por donde van los tiros. Si los factores de higiene de un puesto de trabajo no mejoran cíclicamente, estos se deterioran y dejan de tener efectividad. Es necesario mejorar constantemente las circunstancias de los trabajadores para que no se sientan insatisfechos. De lo contrario, sufriremos las consecuencias del efecto «¿que has hecho por mí últimamente?», los factores de higiene caerán a niveles inaceptables y tendremos empleados insatisfechos y poco motivados.
Es duro pero es cierto. Todo lo que no mejora, empeora.
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