El día que un podcast me cambió la vida

Quería compartir con vosotros el tremendo impacto que ha tenido en mi desarrollo personal la incorporación de los Podcast a mis rutinas diarias.

La idea me vino de un amigo al que admiro profundamente por la cantidad de cosas que es capaz de hacer en un solo día. Duerme poco, es muy tenaz y le encanta lo que hace. Intenta aprovechar cada momento de su tiempo en aprender cosas nuevas.

Me comentó que, para aprender idiomas, el solía escuchar podcast en el coche de camino al trabajo. Se lo descargaba al móvil y lo conectaba a la radio del coche. Existen aplicaciones excelentes para descargar y organizar los podcast que sigues. Cómo el trayecto al trabajo dura siempre un tiempo más o menos similar, había adecuado su plan de Podcast a su tiempo de conducción. El resultado es que, en vez de oír hablar de lo mal que va la economía y los goles que ha metido un equipo de fútbol, practicaba idiomas.

Entusiasmado, incorporé esta rutina a mi vida. Al principio escuchaba podcast de media hora en inglés de camino al trabajo (English Cafe de ESLPOD). Como ya no usaba el inglés habitualmente en mi trabajo y quería practicar, esta práctica era perfecta para ampliar un poco mi vocabulario todos los días y reforzar mis conocimientos.

Estos podcast funcionaron tan bien y tuve tal sensación de aprovechamiento del tiempo que enseguida empecé a escuchar podcast también a la vuelta del trabajo. Como ya practicaba el inglés por las mañanas y quería mejorar mi pésimo francés, me suscribí a unos cursos de 20 minutos que ayudaban a aprender francés desde el nivel más básico. Combinando la práctica diária con mis rudimentarios conocimientos de francés del instituto, han hecho que cada vez sea más capaz de expresarme en este idioma.

Y pensé… ¿por qué quedarse ahí? Si paso entre media y una hora al día varios días a la semana en el gimnasio, ¿que sentido tienen escuchar siempre las mismas canciones una y otra vez? Así que ahora entreno escuchando podcast de tecnología o história. Alguna vez incluso me pongo algún audiolibro, tanto la ONCE como el Instituto Cervantes tienen una magnífica biblioteca de clásicos.

Los podcast han hecho que pueda aprovechar el doble los momentos en los que realizo habilidades que no requieren ninguna atención intelectual por mi parte.

Estoy seguro que se os ocurren un montón de situaciones en las que teneis la sensación de perder el tiempo pero no podéis hacer otra cosa más que estar donde estais. Quizás suscribirse a algún podcast sea una buena forma de ocupar ese vacío para aprender.

Os animo a probarlo. A mí, desde luego, me ha cambiado la vida.