El modelo de franquicia como ejemplo de optimización de recursos

El modelo de franquicia como ejemplo de optimización de recursos

Hoy me gustaría compartir con vosotros algunas impresiones sobre uno de los fenómenos comerciales que más impacto están teniendo en el tejido productivo. Hablo del fenómeno de las franquicias. Durante una temporada me dedique a marqueting para franquiciadores. Me dedicaba a ayudar a los franquiciadores a encontrar personas que quisieran abrir un nuevo negocio como franquiciados. Esto me permitió conocer de primera mano las ventajas por las que muchos empresarios optan por abrir una nueva franquicia en vez de abrir un negocio con un nombre propio.

Por si acaso, voy a explicar que es una franquicia porque a lo mejor me estoy embalando un poco.

Una franquicia es un modelo de relación comercial en el que el franquiciador cede la imagen de su marca, parte de su modelo de negocio para que otra persona (el franquiciado) abra un negocio. La principal ventaja para el franquiciador es que no necesita realizar casi nada de inversión para abrir un nuevo local y la ventaja para el franquiciado es que la franquicia le proporciona una marca conocida y servicios centralizados y potentes  alos que no tendría acceso si no perteneciera a la franquicia, como publicidad o distribución.

Resumiendo, imagina que yo quiero abrir una cafeteria. En vez de abrir «Cafe Grifol» me decido por abrir un VIPS. Me convierto en franquiciado. EL franquiciador de VIPS me deja usar el nombre, me dice como funciona un VIPS a nivel contable, logístico, de prestación de servicio, ese tipo de cosas. Yo me busco un local, lo reforma, contrato gente y administro el negocio.

Lo más genial del modelo de franquicias es la diversificación del riesgo. El franquiciador no pone dinero directamente en el local (si en los servicios que aporta a la franquicia en su conjunto). Y el franquiciado abre un negocio que sabe que funciona más o menos bien, aunque es su responsabilidad última estudiar si el negocio es adecuado para la zona y, sobre todo, administrarlo adecuadamente.

Por ejemplo, me decido a abrir un McDonalds. La gente que va a un McDonalds sabe donde va, que va a comer y que esperar de un sitio así. No espera que un camarero le ponga un tenedor en la mesa. Solo por el hecho de ser un McDonalds atraeré a determinado tipo de cliente y tendré que prestar determinado servicio. Además, el franquiciador me envía sus productos y me valgo de su publicidad para promocionarme.

El franquiciador aporta un modelo de negocio definido, con procesos y estándares elaborados por equipos, en muchos casos, muy profesionales. Los departamentos de procesos y de negocio son recursos a los que un empresario medio rara vez tiene acceso.  Cosas como la creación de productos, los flujos de atención al cliente, los procesos de elaboración, hasta la decoración y la distribución óptima del local suelen venir definidos por el franquiciador y velan por que se mantengan al día y optimizados.

Por otra parte, pertenecer a una franquicia permite que varios empresarios se valgan de la optimización recursos que supone pertenecer a un grupo grande. En vez de tener una furgoneta de reparto para cada hamburguesería, Burguer King tiene un camión de reparto para todas las hamburgueserías de la zona. En vez de producir 3.000 filetes de hamburguesa al día, produce 300.000. En vez de lanzar un anuncio en televisión para promocionar un local, lanza 4 anuncios para promocionar cientos de locales.

Yo no tengo perspectivas de abrir ninguna franquicia porque no tengo ni idea de llevar un negocio, pero ya conozco a varias personas que han tenido la suerte de hacer algo de dinero y han decidido diversificar sus inversiones que han abierto franquicias, a parte de tener sus empleos «normales». La verdad es que es un modelo de negocio al que le tengo echado el ojo porque me parece más óptimo, seguro y fiable que abrir un negocio por mi cuenta.

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Rafa García says:

    Muy interesante y bien explicado, Daniel. En tu línea.
    Hay un tema apasionante en el modelo de franquicia y otros parecidos: la gestión del conocimiento. A un McDonalds o un Starbucks… seguramente le importa lo justo. Pero la mayor parte de franquiciadores son muuucho más pequeños. Y cuando transfieren su know-how siempre tienen el temor a que el franquiciado, una vez aprenda cómo funciona la máquina,… opte por desligarse y montar su propio negocio al que cambia el nombre y el aspecto… pero que se nutre de todo lo aprendido.
    Desde la óptica del franquiciador, la organización de equipos es crítica. Tiene que dar con la fórmula para transferir conocimiento… sin perder el control total…

    • Daniel Grifol says:

      Tienes toda la razón. No se si he comentado que estuve un par de años haciendo publicidad principalmente para gente que tenia un negocio que funcionaba bien y estaba empezando a franquiciarlo, y me dió la impresión de que los aspectos legales estaban más o menos controlados… La mayoría lo hacían de la mano de alguna consultora especializada en franquicias para que no quedaran flecos sueltos.

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