Golden Hammer o cómo hacerlo mal para solucionar un problema

Golden Hammer o cómo hacerlo mal para solucionar un problema

Muchos usamos el Golden Hammer sin darnos cuenta.

Casi todos los proyectos, tanto personales como profesionales, se topan con algún tipo de dificultad a lo largo de su ciclo de vida. Muy pocos de los gestores de estos proyectos, que en la mayoría de los casos solemos ser nosotros mismos, tienen previstos estos problemas.

La reacción de cada individuo ante estos problemas es diferente. Algunos son devorados por los nervios o al pánico. Otros actúan con frialdad analítica. Muchos simplemente abandonan el proyecto si es posible. Gran cantidad de nosotros usamos el Golden Hammer…

¿Qué es esto del Golden Hammer? Es un nombre chulo para un principio enunciado por el señor Abraham Maslow (conocido por su famosa Pirámide de Maslow). Podría enunciarse más o menos así.

“Ante un problema, preferimos aplicar una solución que hemos comprobado anteriormente que funciona antes que buscar la mejor solución”

Es decir, preferimos tener el problema resuelto cuanto antes que tenerlo bien resuelto, con las consecuencias que esto pueda acarrear en el futuro. Es un patrón de conducta que conocemos bien los Ingenieros de Software porque entra dentro del conjunto de malas prácticas (o Antipatrones de Diseño), pero es una de esas formas de actuar tan comunes que merece la pena analizarla despacio porque la vida está llena de “Golden Hammers”.

“Mi ordenador no va bien. Mejor lo reinstalo entero y así seguro que funciona”. Error. Golden Hammer. Por no buscar la mejor solución al problema, estas invirtiendo unos recursos excesivos para resolver el problema, y te arriesgas a una serie de consecuencias inesperadas.

“Necesito perder un par de kilos para entrar en el traje. Voy a hacer la Dieta del Melón, que consiste en comer solo melón durante 15 días. Hace un par de años la hizo un amigo mío y le fue fenomenal.” Error de nuevo. Estás aplicando una solución rápida a un problema más profundo. No te has planteado cambiar de hábitos de vida o de forma de comer. Arriesgas tu salud utilizando un método agresivo que funcionó una vez.

“Tengo que preparar un informe y voy mal de tiempo. Copio y pego uno muy parecido que hice el mes pasado y lo retoco un poco.” Un Golden Hammer de libro. Estás usando un informe que ya sabes que estaba “bien” para generar otro informe similar. Por experiencia sé que cuando hacemos esto ni siquiera pensamos en el informe en sí, nos limitamos a cambiar unos datos por otros y a retocar las conclusiones sin reflexionar demasiado en los que estamos diciendo. Es un informe válido, cierto, pero no es un buen informe. Soluciona el problema pero no es la mejor solución al problema.

“Voy a hacer unos bocetos para el diseño de una web que se me ha ocurrido para mi nuevo negocio. Se que hay muchos programas chulos por ahí para hacer mockups, pero voy a usar Word porque lo manejo muy bien”. Golden Hammer de nuevo. Estamos tirando de una herramienta que sabemos usar bien antes que invertir tiempo en aprender una herramienta nueva con la que alcanzaríamos mejor el objetivo y sería más fácil de retocar en el caso de tener nuevas ideas (más escalable). Ya os digo yo que con Word no quedan bien los bocetos, y veo muchos así a lo largo de la semana ;)

Cuando se toma la decisión de usar un Golden Hammer para resolver un problema, se está anteponiendo la solución “aquí y ahora” del problema a la solución óptima del problema. Normalmente esto es consecuencia del pánico a no encontrar la solución adecuada a tiempo, de una falta de interés real en el problema o de la falta de conocimiento para encontrar una solución mejor.

Usar un Golden Hammer significa no reflexionar de verdad sobre el problema. La falta de análisis y de reflexión lleva a medio plazo  a que las soluciones que somos capaces de aportar queden obsoletas y anticuadas, resultando ineficientes. Como realmente tampoco hemos desarrollado nuestra capacidad para encontrar nuevas soluciones, nosotros mismos quedamos obsoletos. Teníamos un arma. Quedó obsoleta. Ya no podemos pelear.

¿Prefieres hacer las cosas fáciles o prefieres hacer las cosas bien?

 

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Rego says:

    Muy interesante. Sin embargo siempre he pensado que en la pyme los recursos son taaaaan escasos que hay que buscar el 7. La excelencia mola… Si te la pagan. Si no lo hacen, desperdicias el tiempo y los recursos de la pyme. Por lo que hay que saber retirarse a tiempo.

    • Daniel Grifol says:

      El problema está en que muchas veces la solución es tan ineficiente y las ganas de innovar son tan pocas que el margen de beneficio es muy reducido. Si nunca se invierte en soluciones más eficientes, llega un momento en el que tu pyme queda superada por otra que es capaz de ofrecer mejor servicio a menor coste. He visto muchas empresas morir así y todavía se están preguntando qué salió mal.

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