Muchos amantes del mundo de la productividad hemos llegado por unas vías o por otras a ser bastante minimalistas.
Y es que el minimalismo es productivo en sí mismo. Si te deshaces de todo lo accesorio y te quedas solamente con lo importante, estás maximizando tus recursos.
Esto es precisamente lo que promueve la primera de las 5 S de Toyota:
Tira todo lo que no uses nunca, guarda aquello que uses poco, ten cerca aquello que uses mucho y ten al alcance de tu mano aquello que uses todo el tiempo.
¿De verdad necesitas tener la bicicleta en la puerta de tu casa si la utilizas una vez cada 15 días?
Es un principio bastante obvio pero que muchas veces olvidamos. Puede aplicarse a una empresa o un escritorio de trabajo, pero también puede aplicarse a las aplicaciones en tu smartphone, la forma en la que guardas las cosas en la nevera… Llevado al ámbito del trabajo del conocimiento puede aplicarse a la definición de procesos, flujos de información… Sus aplicaciones son infinitas y siempre útiles.
Y, sobre todo, no tengáis miedo de deshaceros de aquello que no utilizáis. Si no lo usáis frecuentemente os causa más perjuicio mantenerlo cerca que beneficio el disponer de ello en los escasos momentos en los que lo habéis necesitado.
Eso si, el truco de este principio es hacer revisiones periódicas para comprobar que lo estás cumpliendo. No lo olvides porque tendemos a cargarnos de cosas innecesarias con extrema facilidad.
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