A mi me ocurre un fenómeno curioso. Cuando viajo en coche, si yo conduzco los viajes no me parecen largos. Sin embargo, si voy de copiloto, me parece que estamos mucho más tiempo en la carretera que si conduzco yo.
Supongo que es porque el tiempo que pasamos divirtiéndonos siempre nos parece corto y el que no siempre nos parece largo. Esto fue enunciado en la ley de Fraisee que dice algo así:
El tiempo tiene una dimensión objetiva y una subjetiva o psicológica, que es función del interés sentido por la actividad ejercida
A todos nos ocurre constantemente. Una jornada laboral interesante se pasa volando pero puede parecer que hemos estado una eternidad de tiempo haciendo algo que no nos gusta cuando en realidad no hemos estado más de 30 minutos.
Cuando ocurre algo así, lo que puede ocurrir es que caigamos en el desánimo y que la falta de motivación para terminar algo nos lleve a procrastinar.
La solución más evidente es divertirte en el trabajo. Yo creo que el trabajo debe ser un lugar donde te lo pasas bien y, para conseguirlo, debes buscar motivos para amar lo que haces. Si esto se cumple, por suerte o por desgracia, el tiempo se pasará volando. Si no te gusta tu trabajo los días se harán interminables, pero está en tu mano cambiarlo.
Fíjate que digo amar lo que haces porque creo que es más importante que te guste a lo que te dedicas que dedicarte a lo que te gusta. Es un principio bastante budista que a mi me ayuda mucho en mi día a día. He tenido la suerte de poder desempeñar profesionalmente alguna de mis aficiones y debo decir que como trabajo cualquier cosa te puede llevar al hastío.
A nivel de tarea, siempre hay cosas que nos gustan menos que otras. Intenta hacer primero las cosas que menos te gustan, cuando tu nivel de energía está al máximo. Esto reducirá el tiempo que les dedicamos y podremos emplear el resto a tareas que nos gustan más.
Desde luego, lo que no debes hacer en ningún caso es mirar constantemente el reloj para ver cuánto falta para tu hora de salida. No solo estarás perdiendo el tiempo sino que, por la Ley de Fraisse, este tiempo te parecerá mucho más largo si te aburres.
Eso es: una cosa es el tiempo y otra cosa la percepción que de él tenemos. Los que tenemos la inmensa fortuna de diafrutar con l que hacemos…lo sabemos bien ;-)
NOTA: enhorabuena por el blog, no lo conocía pero me pasaré más veces JAjajaja ;-P
Por eso mis días no son ni largos ni cortos, son como deben ser.
Si no te pasas ya me encargaré yo de contarte lo que se publica cada semana ;)