Arthur C. Clarke, famoso autor de obras de ciencia ficción tales como 2001: Una odisea en el espacio, no era solo un escritor. También era un científico y autor de libros de divulgación.
Me siento extraordinariamente atraído hacia la obra de estos autores porque combinan tres facetas que suelen aparecer disociadas pero que se mezclan en su forma de pensar: una mente analítica, una gran capacidad para la imaginación fantástica y la necesidad de aplicar gran parte de su potencial en establecer escenarios en el futuro.
Le ocurría a Julio Verne, también a Asimov y, por supuesto, le ocurría también a Clarke.
Leyendo un pequeño libro sobre su vida, me encontré con que a lo largo de varios ensayos, había desarrollado tres leyes sobre la percepción de la tecnología que me resultaron muy interesantes.
- Cuando un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, es casi seguro que está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, muy probablemente está equivocado.
- La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, hacia lo imposible.
- Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Os invito a quitar el componente “ciencia” de la primera ley. Quedaría algo como “Cuando alguien afirma que algo es posible, probablemente esté en lo cierto. Cuando afirma que es imposible, probablemente esté equivocado”
Y os invito también a cambiar tecnología por conocimiento en general en la última ley: “Todo conocimiento suficientemente avanzado es indistinguible de la magia.”
Obtenemos algo que podríamos llamar “Leyes generales de Clarke” que puede ser interesante para aplicar al entorno de la gestión de equipos , en general, de cualquier entorno en el que la cultura y el conocimiento puedan jugar un papel importante.
- Cuando alguien afirma que algo es posible, probablemente esté en lo cierto. Cuando afirma que es imposible, probablemente esté equivocado
- La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, hacia lo imposible.
- Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Fórmate. Aprende lo que debas para llegar a donde quieres llegar. No tengas miedo a salir de tu zona de confort. No des nada por imposible. No pienses que la gente hace y sabe cosas “por arte de magia”. Todo es cuestión de conocimiento y audacia.
Si adquieres los conocimientos apropiados y no te da miedo explorar tus propios límites, no te verás limitado por nada.
Muy interesante!! El título de este post me ha llamado mucho la atención, porque la tercera ley de Clarke es uno de los pilares de la filosofía de Tíndalos :)
Sin embargo, creo que en la simplificación que has hecho de la primera ley has eliminado un matiz que me parece importante: aunque coincido en que cuando alguien afirma que algo es imposible es más probable que se equivoque, creo que al mencionar explícitamente que es «anciano y distinguido» aquí creo que Clarke está subrayando la idea de que las personas que han llegado a la cumbre en sus respectivos campos y que ya han pasado la madurez saben mucho de lo que saben pero no de lo que aún queda por descubrir.
En resumen, interpreto que Clarke nos viene a decir que constantemente unas generaciones superan a las anteriores en lo que respecta a «lo imposible», y está oponiendo experiencia vs. descubrimiento. Las personas más experimentadas tienden a aferrarse a lo que conocen y negar lo demás. Y esto se agrava con la edad :)
Yo me quedo con algo así como «no importan lo listos que nos creamos, es solo cuestión de tiempo que alguien nos abra los ojos y nos haga sentir ridículos»
Muy original e interesante artículo. Acertadísimo citar a uno de los genios de la ciencia ficción del siglo XX para hablar de nuestra relación con la tecnología. No he visto todavía ninguna imagen mejor de la inteligencia artificial y lo que significa para la humanidad que la que el autor refleja en HAL 9000.
La verdad es que la magia de los grandes autores de scifi es que son capaces de intuir cosas que los demas no vemos.