A diario nos bombardean en las redes sociales y medios de comunicación con grandes ejemplos de líderes hechos a sí mismos que forjaron su leyenda a base de superar obstáculos y de inspirar a los demás.
La verdad es que ni tanto ni tan bonito. Yo he leído varias biografías de muchos de esos grandes líderes y, a poco que profundices en sus vidas, te das cuenta de que muy pocas personas a lo largo de la historia sin la preparacion necesaria han sido líderes de verdad. Muchos han sido personas apropiadas en el lugar adecuado, otros tantos han sido mitificados por la historia y los grandes logros que consiguieron, obviando los grandes fracasos o sacrificios que estos supusieron. ¿Julio Cesar era un gran líder? Era un hijo de su tiempo, si no hubiera sido Cesar hubiera sido cualquier otro. (Soy un gran aficionado a la historia antigua, estoy dispuesto a discutirlo jajaja)
Bromas aparte, lo cierto es que el liderazgo, más allá de ser una capacidad innata, es una habilidad que debe ser aprendida, desarrollada y entrenada.
Por suerte la sociedad ya ha superado la fase en la que un líder accedía a su posición por nacimiento y también la fase en la que un líder alcanzaba su posición pisando a los demás. Ya hemos aprendido lo suficiente como para comprender que el mejor líder es aquel capaz de sacar lo mejor de las personas que hay a su alrededor.
Lo mejor de todo es que estamos en un punto en el que las habilidades necesarias para ser un líder están perfectamente identificadas: ya sabemos que debe ser una persona con grandes dotes de negociación, de comunicación, de organización, capaz de resolver conflictos, de pensar con perspectiva, de motivar a sus equipos, de ser asertivo…
Resumiendo el punto anterior, un líder es aquel que ha aprendido a saber qué es lo que hay que hacer en cada momento y a comunicarlo de la manera más efectiva a la gente que trabaja bajo sus órdenes.
Saber qué es lo que debes hacer en cada momento se presupone si eres un buen profesional de tu sector. Lo realmente difícil es aprender comunicación. Y creeme cuando te digo que es más difícil de lo que parece. Solo tienes que leer otras entradas de esta sección para ver todas las ocasiones que he tenido gente a mi cargo y los errores que he cometido cada una de las veces. De hecho, algunos amigos míos en circunstancias similares optaron por estudiar psicología para mejorar sus habilidades de liderazgo, pero nunca me pareció la mejor opción. Y estoy hablando de matemáticos y de ingenieros informáticos, personas con excelente capacidad analítica.
En los últimos años han surgido nuevas vías mucho más efectivas para aprender a liderar un equipo. Así que si quieres ser un líder pero te lamentas de no haber nacido llamándote Julio Cesar, la buena noticia es que solo tienes que acudir a las fuentes adecuadas para aprender, ya no es necesario ni salir de casa. Puedes leer algunos libros relacionados con el tema (en realidad, deberias leer TODOS los libros relacionados con el tema ;)). Puedes cursar estudios superiores como el MBA online de Ceupe. Y, por supuesto, puedes leer blogs como este.
Cuando yo me hice cargo de mis primeros equipos allá por 2009 lo único que hacía falta para dirigir un grupo de programadores era ser organizado y saber mucho de programación. Poco a poco me fui dando cuenta de que lo menos importante para ser un buen líder no era saber de programación, puedes tener un equipo lleno de excelentes programadores, lo importante era saber cómo sacar lo máximo de ellos y que se sintieran felices mientras lo hacían.
saludos, mi pregunta es ser un lider puede afectar tus habilidades logicas y analicas de tal manera que se veann menguadas.
Hola Carlos, gracias por tu pregunta.
Pues en un principio no debería afectar. Si es verdad que hay personas para las que dirigir personas les produce ansiedad y otras que pierden perspectiva al alejarse un poco del trabajo «de campo» pero, como digo, no es por el tema de liderar per se sino por la adaptación al cambio.