Motivación: Pequeñas Victorias

Uno de los mayores problemas que se presentan en los trabajos es la desmotivación que provoca el tener la sensación de trabajar a pleno rendimiento sin ver un final.

Este problema se da en todo tipo de trabajos, desde en equipos grandes que se dedican a elaborar proyectos de larga duración como en trabajadores individuales que se dedican a labores de atención al cliente.

Al final, el devenir de nuestra actividad laboral se resume en encadenar un día tras otro, cada uno igual que el anterior, hasta el fín de los tiempos.

Una fácil y excelente técnica para mantener motivadas tanto a las personas que te rodean como a tí mismo es conseguir Pequeñas Victorias.

Existe un proceso psicológico que se explota hasta la saciedad en videojuegos que consiste en fijar objetivos fácilmente alcanzables y premiarnos por haberlos completados.  La sensación de satisfacción que nos produce el haber llegado a una meta fijada hace que sintamos motivados y nos esforcemos en llegar a la siguiente. Este es el principal motivo por que el muchos nos enganchamos a los videojuegos. También nos podemos aplicar este principio psicológico al trabajo: en los juegos se suelen llamar medallas, logros u objetivos, en el trabajo yo los llamo Pequeñas Victorias.

El secreto de aplicar esta técnica de motivación laboral es comprender que debe servir para que la gente trabaje más duro  de lo normal, sino que debe usarse para mantener a la gente lo bastante motivada como para que tenga ganas de ir a trabajar todos los días. No debes fijar objetivos que sean dificiles de alcanzar, fija metas en tu trabajo que requieran cierto tiempo y esfuerzo, pero a las que se puedan llegar con el mero hecho de hacer el trabajo de una forma correcta. En resumen, deben ser metas sencilas pero sin parecerlo.

Estas metas deben ser periódicas sin parecerlo. Es decir, no deberías poner fecha a un objetivo, sino que los objetivos deberían basarse en magnitudes sobre las que los trabajadores tengan control absoluto. No es importante el tiempo que se tarde en alcanzar la meta porque lo importante es saber que se alcanzará para disfrutar de la satisfacción de haberla alcanzado.

Ejemplo: Si un comercial vende unos 1000 euros al més de media, no debes fijar un objetivo tipo «vender 1000 euros el més de Diciembre» sino «vender 1200 euros». 

Como veis, fijar el objetivo tiene una parte que se basa en engañar a nuestro cerebro para que nos sintamos recompensados por algo que va a ocurrir inexorablemente pero se nos presenta como un logro. El ABC de los videojuegos

La segunda parte del plan es, mucho más sencilla; debes convertir la consecución de esta meta en una victoria mediante una recompensa. Puede ser una recompensa de cualquier tipo, pero recomiendo evitar las recompensas económicas en determinados entornos, según explique en el artículo sobre la Pirámide de Maslow.

Ejemplos:

• Cuando lancemos la próxima página web, invito a cervezas. 
• Cuando alcancemos una cifra de ventas, compramos un futbolín para la oficina.
• Cuando cerremos esta parte del proyecto traigo unas galletas para desayunar.

Personalmente me aplico esta técnica a mi mismo y me concedo Pequeñas Victorias basados en los hitos que me fijo en mi planificación a medio plazo. Eso me proporciona un estímulo periódico para ir a trabajar.

Para trabajar en equipo, no solo es una buena forma para mantener el ánimo arriba, sino que ofrece oportunidades para compartir con tus compañeros experiencias diferentes a las que vivís en el trabajo. Tomar unas cañas por el trabajo bien hecho o comer juntos de vez en cuando puede servir para reforzar al equipo, y las Pequeñas Victorias son una excusa estupenda para hacerlo.