No me siento a gusto en mi trabajo

No me siento a gusto en mi trabajo

¿Cuántas veces hemos pensado esto? Por muy maravilloso que sea tu empleo, por mucho que te cuide tu empresa, es inevitable tener esta sensación a veces.

No es necesariamente malo. El inconformismo es parte de la naturaleza humana y querer evolucionar es inherente a un buen trabajador.

El problema viene cuando nos quejamos y quejamos si hacer nada al respecto.

¿Por qué no estoy a gusto en mi trabajo?

Esta es la primera pregunta que debemos hacernos. No vale con sentir que no estamos a gusto. Tenemos que ser introspectivos y analizar los factores reales que hacen que no nos sintamos cómodos. Conócete a ti mismo.

Ten en cuenta que estos factores normalmente son completamente subjetivos: dos personas pueden sentirse de maneras diferentes ante una misma situación. Debes identificar tus propios motivos.

Algunos de los más frecuentes (pero no los únicos) son:

  • Mi empresa no me trata bien
  • Siento mucha presión en mi trabajo
  • La relación con mi jefe no es demasiado buena
  • La relación con mis compañeros no es buena
  • No puedo conciliar bien mi vida personal y laboral
  • Siento que no gano lo suficiente
  • No me siento valorado
  • Siento que mi carrera profesional está estancada
  • No me dedico a lo que realmente me gustaría dedicarme
  • Estoy cansado de hacer siempre lo mismo

Una vez identificado el problema, llega el momento de pasar a la acción.

¿Cómo mejorar mi situación laboral?

Quejarse sin hacer nada no tiene sentido. En mi casa tenemos un lema: «Si algo no te gusta, cámbialo». Si has seguido el paso anterior, tendrás una idea más precisa de lo que te ocurre. Por suerte, existen algunas formulas muy efectivas para poder cambiarlo.

Cambia tu actitud frente a tu trabajo

Muchas veces el problema viene no tanto por el trabajo o la empresa en sí, sino de cómo afrontamos nuestras expectativas. Debemos ser realistas con nuestra situación y adaptarnos a esta realidad.

Un trabajo fijo y muy estable puede tener la contrapartida de que es monótono y nos aburre. ¿Merece la pena? Si tu respuesta es sí, deja de quejarte porque te aburres.

No tengo el trabajo que siempre he soñado. A mi me gustaría ser pintor de óleos, pero el mercado laboral realmente demanda diseñadores gráficos y no estoy dispuesto a arriesgarme a vender mis propios cuadros porque no gano el dinero suficiente para llevar la vida que me gustaría llevar (situación real de un compañero). ¿Te compensa entones ser diseñador gráfico? Si la respuesta es sí, intenta apreciar más lo que estas haciendo.

También es cierto que muchas veces idealizamos las cosas que no tenemos. Yo mismo me he encontrado con situaciones en las que, después de pelear mucho por trabajar de algo, realmente no es como me lo había imaginado.

Reflexiona y cambia tu actitud. Encuentra las cosas buenas y refuerzalas.

Cambia la forma en la que te relacionas con tus compañeros

Otro de los grandes problemas es la forma en la que nos relacionamos con nuestros compañeros y nuestros jefes. Al final el trabajo es una actividad social y como tal tiene que satisfacernos socialmente.

Uno de los grandes cambios en mi vida fue el descubrimiento de la comunicación asertiva. Gracias a ser asertivo, mejoré mucho mis relaciones laborales. Aprendí a ponerme en la piel de mis compañeros y me ayudó a que ellos me entendieran mejor. Cuando aportamos este componente humano a las relaciones laborales, somos sinceros, asertivos y transparentes, las relaciones personales mejoran.

La comunicación asertiva se basa en la calma, la claridad y el respeto. ¿A quién no le gusta que le traten así? Aprender es mucho más fácil de lo que te imaginas

Establece unos objetivos

Otra de las causas más frecuentes de descontento es que no sabemos exactamente lo que queremos. Debemos conocernos a nosotros mismos, debemos ser críticos e incisivos y no dejarnos llevar. Piensa dónde quieres llegar realmente.

Una vez medites serenamente dónde quieres llegar, márcate unos objetivos para alcanzar tu meta. ¿Quieres ser el jefe de tu departamento? Fórmate, comunícalo de forma asertiva a las personas que pueden ayudarte a conseguirlo, evalúa las oportunidades y se paciente.

Reorienta tu carrera profesional

Si realmente no estás satisfecho con tu área de especialización, piensa en cambiarte. No importa tu edad ni tus circunstancias, siempre que te lo pienses bien y tengas un plan para lograrlo.

Muchas personas te dirán que te formes, y está bien, pero la formación por sí misma no trae oportunidades. ¿Cuántos de nosotros estamos trabajando en algo que no está directamente relacionado con nuestra formación académica?

La formación debe ir acompañada de más acciones. Emprende un proyecto personal, relaciónate con personas del entorno donde a ti te gustaría trabajar, postula para puestos en los que no tienes experiencia e intenta conseguirlos con actitud… No es fácil, pero si eres constante y tienes un buen plan, a la larga dará sus frutos.

Conclusión

Tienes todo el derecho a no sentirte a gusto en tu trabajo, sean cuales sean las circunstancias. Te sorprendería saber cuanta gente que gana mucho dinero y tiene trabajos que pueden parecer maravillosos desde fuera tampoco están satisfechas con lo que hacen.

A lo que no tienes derecho es a quejarte sin pelear por cambiar las cosas. Si quieres que las cosas cambien, cámbialas. Lógicamente no tienes capacidad para cambiarlo todo, pero puedes centrarte el las cosas que sí puedes está en tu mano cambiar.

Sé positivo, sé asertivo, motívate a ti mismo.

Sé inteligente. Escúchate. Márcate un plan, una meta y unos objetivos realistas.

Sé audaz. No tengas miedo a que las cosas cambien porque lo que realmente necesitas es que cambien.

Sé constante. El fracaso es más frecuente que el éxito. Esfuérzate y toma las riendas de tu destino.

¿No paras en todo el día y aún así no llegas a todo?

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Ya hay 2 comentarios en este artículo. ¡Tu opinión me interesa!

  • Bernardo says:

    Ojalá me toque el premio más millonario y gordo

    De ser así me conformaría en un piso o casita normal de 60.000€ o por ahí o menos.

    Yo no tendría nada de lujos ni caprichos caros.

    Con un premio bien gordo millonario y lo tacaño y rácano que soy viviría toda mi vida sin trabajar.

    Pero en fin, lo de poder vivir sin trabajar en mi caso y en el de la mayoría es todo soñar.

    Cada vez que tengo que aguantar el puto trabajo me dan ganas de abandonar el mundo con el suicidio.

    Odio trabajar sea en lo que sea y haber que mierda ascazo remedio el de aguantar por la miseriosa y asquerosa supervivencia.

    Soy consciente de que nunca más volveré a poder ser feliz.

    Cosa que de pequeño que no tenía ahorros ni nada era muy feliz cuando no iba al cole ni al instituto.

  • Bernardo says:

    Quiero vivir a la sopa boba!!!!!

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