Planifica el día siguiente

Planifica el día siguiente

Planificar las tareas que debes realizar al día siguiente es una tarea en sí misma. De hecho, es probablemente la tarea más importante del día.

Debes reservar tiempre tus últimos 10 o 15 minutos del día a elaborar una lista de las tareas que vas a realizar al día siguiente. Para hacer esta lista, clasifica el trabajo de la jornada siguiente en tareas dependiendo de su intensidad.

Ten en cuenta que nuestros periodos de productividad diaria son bastante variables, así que debemos ser realistas con la planificación: no planifiques más tareas de las que puedes terminar y no te impongas más tareas de alta intensidad del tiempo real en el que tendrás fuerzas para llevarlas a cabo el día siguiente.

Otra cosa importante es que debes escribir físicamente tu lista de tareas. Escribir algo desata un proceso psicológico que nos hace establecer un compromiso con lo que hemos escrito. Esta bien tener una planificación electrónica si necesitas tener accesible la lista de tareas desde varias ubicaciones, pero aun así, te recomiendo escribir en un cuaderno o agenda las tareas. Además de sentirnos más comprometidos, podremos tachar las tareas de la lista cuando las terminemos y desatar otro proceso psicológico que es el de las «pequeñas victorias», la sensación de que estamos haciendo bien nuestro trabajo.

Otra buena práctica a este respecto es repasar tu lista de tareas mentalmente antes de entrar a trabajar. Yo soy un apasionado de la cultura japonesa, y una vez leyendo el Bushido me encontre con esta frase; «Un Samurai comienza el día visualizando los deberes que debe cumplir a lo largo de su jornada». Y esta frase viene ya del siglo XVII. Repasa mentalmente lo que debes hacer mientras desayunas, de camino al trabajo o, como hago yo, antes de levantarte de la cama. Visualiza como lo vas a hacer, que recursos vas a necesitar y si te apetece o no realizar las tareas que designadas.

Esto te ayudará a saber exactamente cual es el mejor periodo del día para ejecutar cada una de las tareas de tu lista y «golpear sin pensar», es decir, perder menos tiempo pensando qué y cómo tienes que hacer y tener más tiempo para ejecutar. Además, ya llegarás con cierto grado de concentración y compromiso a tu puesto laboral y te resultará más sencillo empezar el día.

En resumen, estos son mis consejos para planificar apropiadamente tu jornada laboral:

  • Planifica el día siguiente al final de tu jornada.
  • Sé realista con tu lista de tareas.
  • Escribe tu planificación.
  • Visualiza al principio del día como vas a llevar a cabo tu planificación.

 

A mi este sistema me ha ayudado mucho a mejorar mi productividad en el trabajo. Estoy seguro de que si lo conviertes en costumbre te ayudará a ti tambien a poder sacar más trabajo adelante en tu jornada laboral.

 

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