La planificación a corto plazo o planificación operativa es el tipo de planificación a la que estamos más acostumbrados. Es esa que traducimos en listas de tareas y en notas en nuestro escritorio.
Es el tipo de planificación que nos va a permitir alcanzar objetivos a corto plazo. Es decir, es una previsión que contempla cómo vamos a sacar adelante un conjunto de tareas pactadas de antemano con nosotros mismos o con un grupo de personas.
Cómo decía antes, todos estamos familiarizados con este tipo de planificación y la practicamos a diário. Cuando salimos de casa por las mañanas, todos tenemos más o menos claro en nuestra cabeza cómo va a ser el día. Cuando empieza nuestra jornada laboral, siempre tenemos en mente cuáles son las tareas fundamentales que tenemos para hoy.
Doy por sentado que todo el mundo planifica de este modo, pero eso no es totalmente cierto. Es más doy por sentado que todo el mundo planifica a corto plazo correctamente, pero eso tampoco es verdad. Por eso se han inventado los sistemas de productividad personal y las metodologías de trabajo.
Y es que, aunque planificar está en la naturaleza del ser humano, hay que aprender a planificar bien. Planificar requiere cierta perspectiva y capacidad de abstracción que solo se obtienen con la práctica y la técnica.
Por ejemplo, para planificar tu jornada normalmente piensas en qué pasó ayer y en qué debería pasar mañana. Probablemente tengas un sistema para almacenar las tareas que se te van acumulando. Y, déjame adivinar, estás muy agobiado y tienes un montón de cosas que hacer.
Te aseguro que mejorando tu planificación a corto plazo también notarás cómo todo funciona mejor. Prueba GTD o algo similar y verás cómo funciona.
Este tipo de planificación es extensible a los equipos de personas. Un equipo descoordinado es un equipo improductivo. La coordinación exige que todos trabajen en la consecución de los mismos objetivos. La planificación es la que marca estos objetivos.
Personalmente, me encantan las metodologías de ágiles porque ayudan a que las organizaciones tengan una buena planificación a corto plazo y ayudan a cada uno de sus miembros a tener claro cuales son sus metas cercanas. Tener reuniones cortas y frecuentes, de 5 minutos a primera hora de la mañana todos los días por ejemplo, son un excelente modo de establecer una planificación a corto plazo para un equipo.
Planificar de este modo parece sencillo, pero tiene su truco. Por eso hay gente que se dedica a ello profesionalmente y hay libros y libros que tratan el tema.
Si la planificación a largo plazo es la que nos dice hacia dónde nos dirigimos y la planificación a medio plazo nos dice más o menos donde estamos, la planificación a corto plazo es la que nos marca qué pasos hay que dar hoy.
Excelente explicación clara, precisa y concisa