Como comentamos hace algunos días en un artículo, la clave para convertir la productividad personal en tu forma de vida es conseguir adoptar buenos hábitos. Por tanto, tenemos que encontrar el truco para ser capaces de incorporar estos buenos hábitos a nuestra vida de forma permanente para evitar que se conviertan simplemente en buenos propósitos.
Una de las primeras cosas que tenemos que saber es que resulta realmente difícil dar un giro de 180º a nuestros hábitos diarios de una sola tacada. Estos famosos planes que hacemos a principios de año que incluyen un cambio radical de forma de vida (me apunto al gimnasio, empiezo un blog en el que voy a escribir 3 veces por semana, me apunto a un master y paso más tiempo con la familia, todo a la vez) rara vez tienen éxito y, como mucho, conseguiremos incorporar uno o dos de estos buenos hábitos a nuestro día a día.
Debemos operar los cambios poco a poco, intentando incorporar solamente un buen hábito cada vez. Una vez hayamos desarrollado y cimentado ese buen hábito, tanto que sea parte integral de nuestra vida y lo ejecutemos sin ningún esfuerzo, podremos intentar incorporar un hábito nuevo.
Hay que ser consciente de la dificultad que conlleva acostumbrarnos a este nuevo hábito. A la hora de incorporar una buena práctica, solemos empezar muy motivados aplicando mucha energía, pero esta motivación va cayendo y poco a poco abandonamos el intento. No debemos marcarnos metas imposibles, tenemos que aplicar una cantidad de esfuerzo asumible, constante y debemos ser conscientes de que la duración de este esfuerzo tendrá a ser indefinida.
Un buen hábito es, en definitiva, crear en nuestro cerebro una serie de conexiones neuronales que se conviertan en un mecanismo casi automático. Según algunas teorías nuestro cerebro tarda 21 días en convertir una tarea repetitiva en un hábito. Siguiendo esta premisa, suelo intentar incorporar un buen hábito cada mes (cada mes tiene aproximadamente 22 días laborales).
Por último, es recomendable intentar maximizar la efectividad de un buen hábito. Es mucho más eficaz incorporar una buena práctica sustituyendo a una mala práctica.
Si estoy acostumbrado a sentarme y comerme una bolsa de patatas al llegar a casa del trabajo y pretendo hacer ejercicio todos los días, es mucho mejor sustituir el hábito de comer patatas por el de hacer ejercicio que simplemente incorporar el hábito y comer patatas y después hacer ejercicio.
En el trabajo por ejemplo, es mejor sustituir el hábito de consultar tus redes sociales en los descansos por el de comprobar tu correo.Resumiendo los conceptos que intento compartir:
- Intenta incorporar solo un buen hábito cada vez.
- Calcula bien tus fuerzas y no incorpores buenos hábitos que no podrás mantener en el tiempo.
- Tardarás como mínimo 21 días en convertir una tarea recurrente en un buen hábito.
- Maximiza la eficacia sustituyendo malos hábitos por buenos hábitos.
La batalla con nosotros mismos por incorporar buenos hábitos es dura pero necesaria para mejorar nuestra productividad. Armado con estos pequeños consejos sobre productividad personal quizás nos resulte un poco más sencillo.
¡¡Madre mía!! Esto es buenísimo. Así que si realizo un esfuerzo, durante 21 días más o menos, mi cerebro convertirá ese comportamiento o actitud en hábito.
Gracias, Dani. Muy interesante.
Eso es lo que dicen algunas teorías, no es mi campo XD
Lo que pasa es que los malos hábitos no desaparecen, solo quedan latentes, así que hay que estar siempre en guardia.
Muy buenos consejos, Daniel. Además son muy sencillos, por lo que son doblemente valiosos. Creo que la mayor dificultad para implementar un hábito es el mantener la motivación para hacerlo. Como sabes, empezamos con grandes intenciones y mucha motivación, pero al no ver resultados inmediatos, ese nivel de motivación se va extinguiendo poco a poco. Creo que la clave de instaurar buenos hábitos es ésa: mantener la motivación para hacerlo.
Ahora entramos en un periodo en el que se va a poner a prueba esta motivacion. Muchos cambiaremos (me incluyo) algunos habitos de vida aprovechando las vacaciones y veremos hasta donde nos llevan las buenas intenciones. Yo voy a probar con gamificacion