Los grandes profesionales se distinguen frecuentemente por su capacidad para ver las cosas en su conjunto. Visión global. Esa es la respuesta. Aprender management te dota de una visión global que puede resultar tremendamente útil.
En un equipo, lo importante no es el trabajo individual de uno de sus miembros. Ni debiera ser lo único importante para cualquiera de sus miembros. Como reza una manida frase hecha, una cadena es tan débil como el más débil de sus eslabones. Y en un equipo el eslabón más débil es el que no rema en la misma dirección ni con la misma intensidad que sus compañeros.
Cuando entiendes porqué un manager toma una decisión, asigna una tarea a uno o a otro, pone determinadas fechas a los hitos… lo que estás haciendo en realidad es comprender el juego en el que estás inmerso. Y si comprendes el juego puedes jugar mejor.
Para trabajar no se requieren solamente aptitudes técnicas. Un trabajo en el que eres eficiente es también un delicado juego de relaciones humanas, de pequeñas luchas por el espacio, de defender tus ideas y comprender las de los demás. A fin de cuentas, las ideas que más repercusión tienen sobre ti directamente son las del director de tu equipo. Cuanto mejor las entiendas, mejor podrás argumentar a favor o en contra de ellas. Además, los seres humanos aceptamos mejor las cosas que comprendemos que las que no.
Hay ejemplos de esta filosofía por todas partes. ¿Cuántos grandes jugadores de deportes de equipo se han convertido en grandes entrenadores? Muchos eran buenos jugadores precisamente porque comprendían muy bien el juego al que estaban jugando.
Y, por supuesto, hay una excelente razón para aprender management si no eres un manager de equipos. Puede que un día llegues a serlo, y es mejor aprender de tus vivencias cuanto antes para ser un gran profesional.
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