¿Sabías que los españoles pasamos de media 11 horas al día delante de una pantalla? ¿Sabías que la mayoría de las personas lo primero y último que hacen al día es observar un dispositivo electrónico? ¿Sabías que los niños se inician en el manejo pleno de los dispositivos con pantalla a los 5 años?
Se empieza a acuñar el término Screen Pollution para definir el consumo excesivo de pantallas digitales. Tenemos que ser conscientes de que esto ocurre en nuestro día a día y de que es un problema con el que tenemos que lidiar. Ni que decir tiene que este consumo excesivo puede producir efectos nocivos para nuestra salud.
Pues sí, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo de vigilia desde los 5 años mirando una pantalla de un modo u otro. Ni que decir tiene que la fisionomía humana no está preparada para soportarlo sin resistirse. El cerebro no sabe interpretar bien los ciclos de luz no naturales, nuestros ojos están preparados para tareas al aire libre y nuestro cuello se resiente tras horas y horas
¿Y qué quieres que haga? pensarás. Yo, por ejemplo, soy un programador que trabajo online y tengo como hobbie ser blogger. El Screen Pollution es un verdadero problema para mí. Desde hace más de 20 años. Lo voy a tener complicado si no me ando con cuidado.
En el mundo en el que vivimos es imposible abstenerse de contemplar una pantalla durante muchas horas. Sin embargo, existen algunas recomendaciones que podemos poner en práctica para minimizar los problemas de salud producidos por una exposición prolongada a las pantallas.
1.- Se consciente del problema. Analiza tu exposición a pantallas y reflexiona sobre el uso que haces de ellas y cómo pueden afectar a tu vida. Comprueba cómo afectan a tu ciclo de sueño, cómo afectan a tus relaciones sociales y cómo te sientes físicamente después de exposiciones prolongadas (ojos, espalda, dolor de cabeza…)
2.- Descansa regularmente cuando estés utilizando un dispositivo electrónico. Usa trucos como beber agua, levantarte o estirar de vez en cuando y, sobre todo sé consciente de que debes pestañear. Pestañear, sí. Parece mentira pero con las pantallas se nos olvida hasta pestañear.
3.- Usa gotas para los ojos y procura que están siempre lubricados. Los ojos son uno de tus órganos sensoriales más importantes y son irremplazables, así que debemos cuidarlos.
4.- Si tienes menos de 21 años o estás a cargo de personas menores de 21 años limita en la medida de lo posible el acceso a pantallas y fomento las actividades al aire libre. Intenta que su uso sea por motivos educativos y no lúdicos. Se puede, creeme ;)
Pero lo más importante, con lo que me gustaría de verdad que te quedaras de este artículo, es que te des cuenta del peso que el Screen Pollution puede llegar a tener en tu vida. Debemos usar las pantallas con consciencia y responsabilidad.
Del mismo modo que sabes que comer es imprescindible pero no comes bacon con mantequilla todos los días o que disfrutas de una copa de vez en cuando pero sabes que, si lo primero que haces al levantarte es tomarte un chupito, tienes un problema, tienes que aprender a gestionar tu relación con los dispositivos electrónicos para evitar problemas de salud.
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