Como habéis podido comprobar los que leéis este blog con regularidad, soy un fanático de la planificación por tareas. Considero que un buen plan de ruta plasmado en tareas es fundamental para mejorar la productividad personal.
Últimamente he hablado con mucha gente que me ha hecho la misma pregunta; precioso esto de la planificación por tareas y se que no debes terminar una tarea antes de empezar la tarea siguiente pero; ¿qué pasa cuando una tarea es demasiado grande para terminarse en un tiempo razonable?
Pues la respuesta es que si la tarea es demasiado grande para terminarla en 1 o 2 horas, es que has definido mal la tarea. En este artículo explico algo más sobre cómo dividir el trabajo en tareas.
Que debas hacer algo que te va a llevar 4 o 5 horas no implica que eso deba suponer una tarea de 4 o 5 horas, lo correcto es tomarte unos minutos para analizar lo que debes hacer dividirlo en tareas más manejables de 1 o 2 horas, convirtiéndolo en bloques que se puedan ajustar a una metodología de trabajo realista y flexible.
Todos somos capaces de ejecutar una lista, lo que requiere un poco de reflexión, lo único difícil de llevar una planificación es saber analizar el trabajo y separarlo en tareas más pequeñas.
Dividir el trabajo en tareas tiene además un componente psicológico importante. Es mucho más sencillo acometer tareas pequeñas una a una que enfrentarnos a un monstruo de varias horas y del que muchas veces no sabemos por donde empezar
La filosofía «Divide y Vencerás» aplicada a las tareas es una herramienta muy potente que abre las puertas de par en par a otras técnicas de productividad personal orientadas a la gestión de tareas y bloques de tiempo, pero requiere cierta experiencia para llevarse a cabo correctamente.
Si no desfallecéis, veréis como vuestras planificaciones diarias son cada vez mejores y más fáciles de cumplir.
La montaña más grande esta formada por rocas, y las rocas más fáciles de transportar.
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