Este es uno de esos post que escribo de vez en cuando para desahogarme. Pero es que hay cosas que me enfadan un montón. Vamos del caso más particular al caso más general de mi enfado.
Comentaba el otro día que, para poder estar al día y ser un buen profesional en trabajos como el mío, un trabajo típico de knowmad, es necesario aprender constantemente. Para mi las mejores formas de aprender son leer mucho, sobre todo artículos en internet, y tener un proyecto personal para experimentar.
“Bueno, a lo mejor tu puedes, pero yo no tengo tiempo.”
Otra vez la frasecita de las narices de “yo no tengo tiempo”. Si mi día tiene las mismas horas que el tuyo, tenemos unos horarios muy parecidos y nuestras circunstancias familiares y personales son similares: ¿por qué yo si que tengo tiempo y tu no?
Claro que tienes tiempo. Por supuesto que tienes tiempo. La cuestión es que tienes otras prioridades y no quieres dedicar tu tiempo a aprender cosas de tu profesión. Emplearás tu tiempo en ir al gimnasio, cocinar o aprender papiroflexia porque en tu escala de valores aprender estas cosas están por encima de aprender otras. Pero no me vengas con la frasecita de “no tengo tiempo”.
No me entendáis mal, es muy respetable que cada uno emplee su tiempo como mejor le parece y los objetivos vitales de unos y de otros difieren mucho. Yo por ejemplo paso por lo menos una hora al día jugando a videojuegos. Pero cuando alguien me pregunta que por qué no estudio otra carrera no le digo que no tengo tiempo, le digo que no es prioritario para mi porque prefiero emplear mi tiempo en lo que lo empleo ahora. tengo mis propias razones.
¿Por qué me enfada tanto este asunto? No tengo tiempo es una frase muy facilita que indica, por un lado, la falta de motivación para autosuperarse y, por otro lado, persigue generar en el interlocutor un sentimiento de lástima y comprensión. “Póbrecito, no tiene tiempo, qué vida más ocupada debe tener”
Se de lo que hablo porque yo he empleado esta frase un montón de veces a lo largo de mi vida. Por eso me enfada tantísimo. Un día comprendí que tenía tiempo para hacer lo que yo quisiera, por lo menos tanto tiempo como cualquier otro, pero no podía hacerlo todo a la vez. Tenía que elegir. Y cuando uno elige, consciente o inconscientemente, debe asumir las consecuencias de su decisión y no escudarse en autojustificaciones.
Hay gente que no tiene tiempo para hacer ejercicio pero sí para ver la televisión todos los días. Hay gente que no tiene tiempo para ver a los amigos pero sí para viajar con su pareja. Hay gente que no tiene tiempo para estar con sus hijos pero sí para trabajar más horas y ganar más dinero… Es todo una cuestión de prioridades. Sé consciente de las decisiones que tomas y de cómo afectan a tu vida diária.
Sí que tienes tiempo. Tu decides en qué utilizarlo.
La frase «…es que no tengo tiempo» es una excusa lapidaria para darle sentido a los fracasos de tu vida. Tal como mencionas en tu artículo, todo se basa en prioridades y somo nosotros quienes decidimos como utilizar nuestro tiempo. La respuesta adecuada sería, «me gustaría hacerlo pero ahora tengo otras prioridades/proyectos en mi vida»
A ver si empezamos a evangelizar Manuel :)
Daniel, me ha gustado mucho el artículo. A mi también me molesta mucho la frase «es que no tengo tiempo», cuando lo que quieren decir es «es que no tengo ganas de dedicarle tiempo».
¿La productividad personal se podría entender como una forma de «fabricar tiempo»?
Salut!
Laura Nicolàs
Muchas gracias por tu comentario.
Pues desde mi punto de vista, el tiempo ni se fabrica ni se gestiona, lo único que se puede hacer es utilizarlo en nuestro beneficio http://danielgrifol.es/el-tiempo-como-recurso/